6 Tal vez me detenga entre vosotros y hasta pase ahí el invierno, para
que vosotros me encaminéis adonde haya de ir.
7 Pues no quiero ahora veros sólo de paso: espero estar algún tiempo
entre vosotros, si así lo permite el Señor.
8 De todos modos, seguiré en Éfeso hasta Pentecostés:
9 porque se me ha abierto una puerta grande y prometedora, y los
enemigos son muchos.
10 Si se presenta Timoteo, procurad que esté sin temor entre vosotros,
pues trabaja como yo en la obra del Señor.
11 Que nadie le menosprecie. Procurad que vuelva en paz a mí, que le
espero con los hermanos.
12 En cuanto a nuestro hermano Apolo, le he insistido mucho para
que vaya donde vosotros con los hermanos; pero no tiene intención alguna
de ir ahora. Irá cuando tenga oportunidad.
13 Velad, manteneos firmes en la fe, sed hombres, sed fuertes.
14 Haced todo con amor.
15 Os hago una recomendación, hermanos. Sabéis que la familia de
Estéfanas son las primicias de Acaya y se han puesto al servicio de
los
santos.
16 También vosotros mostraos sumisos a ellos y a todo aquel que con
ellos trabaja y se afana.
17 Estoy lleno de alegría por la visita de Estéfanas, de Fortunato y de
Acaico, que han suplido vuestra ausencia.
18 Ellos han tranquilizado mi espíritu y el vuestro. Sabed apreciar a
estos hombres.
19 Las Iglesias de Asia os saludan. Os envían muchos saludos Aquila
y Prisca en el Señor, junto con la Iglesia que se reúne en su casa.
20 Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con el
beso santo.